En el marco de una eucaristía en la basílica de la Anunciación de Alba de Tormes, el obispo emérito de Alcalá de Henares, Juan Antonio Reig Pla, afirmó que la discapacidad es “herencia del pecado” y “desorden de la naturaleza”.
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No es la primera vez ni la segunda que el prelado es algo más que criticado por sus homilías, que unido a su cuestionada gestión de la diócesis madrileña, provocó que el papa Francisco le jubilara cuando apenas cumplió los preceptivos 75 años.
La condena a sus palabras ha llegado, tanto desde la plataforma que aglutina a todas las asociaciones de personas con discapacidad como desde la propia Iglesia. Y su más que desafortunada reflexión ha llevado al Gobierno a denunciarle ante la Fiscalía, al considerar que podría incurrir en un delito de odio.
Problema de interpretación
El revuelo generado llevó a Reig Pla a publicar un comunicado en el que, lejos de pedir perdón por lo dicho, simplemente señala que no era “su intención” ofender y echa mano del Catecismo para intentar justificar su homilía e ilustrar a una opinión pública que, una vez más, habría malinterpretado y tergiversado su honda reflexión teológica.
