Los obispos de Estados Unidos recuerdan al Congreso que la Inteligencia Artificial debe servir a la humanidad

En una carta piden un “diálogo continuo sobre cómo aprovechar de manera responsable las tecnologías emergentes, de manera que defienda los valores morales y sociales”

Inteligencia Artificial

Los obispos de Estados Unidos pidieron al Congreso llevar a cabo un “diálogo continuo sobre cómo aprovechar de manera responsable las tecnologías emergentes, de manera que defienda los valores morales y sociales”.



En una carta enviada a los legisladores y firmada por varios comités de la Conferencia de Obispos Católicos de los Estados Unidos (USCCB, por sus siglas en inglés), los obispos aseguran que el desarrollo y los usos de la Inteligencia Artificial (IA), deben servir a toda la humanidad, por lo que enlistan sus recomendaciones políticas sobre la IA, ante la preocupación de la Iglesia por la dignidad humana y el bien común.

En ese contexto, el obispo William D. Byrne, presidente del Comité de Comunicaciones de la USCCB, manifestó que “la Inteligencia Artificial está dando forma rápidamente al futuro de nuestra sociedad… Como pastores encargados del cuidado de la vida humana y la dignidad, instamos a los legisladores a que atiendan al llamado de nuestro Santo Padre, el papa León XIV, para ayudar a garantizar que la IA se desarrolle con responsabilidad y discernimiento para que realmente pueda beneficiar a todas las personas”.

Rendición de cuentas sobre el uso gubernamental de la IA

En su misiva los obispos refieren el impacto de la IA en diferentes aspectos: la vida familiar, el trabajo y la economía, la atención médica, la educación, la vida política y cívica, la guerra, la energía y el medio ambiente.

En lo que respecta a la vida familiar, la USCCB asegura que “si bien la IA puede contribuir a la eficiencia de ciertas tareas cotidianas y facilitar la comunicación, es necesario contrarrestar el efecto aislante de la tecnología. La IA debe trabajar para fortalecer y apoyar la vida familiar. Las políticas deben garantizar que la IA no promueva ni potencie usos moralmente ofensivos de las tecnologías reproductivas y la manipulación genética. También deben promulgarse políticas para proteger a los niños en línea y abordar la lacra de la pornografía, incluida la ‘pornografía infantil virtual'”.

IA

Inteligencia artificial. Foto: Unsplash

En cuanto al trabajo y la economía, recuerda que “la IA ofrece numerosas ventajas que ahorran mano de obra, pero estas no deben privar a las personas de la dignidad del trabajo ni de su contribución a la sociedad en general. Nos preocupan especialmente la pérdida de empleo, la desigualdad y la explotación. Las políticas y regulaciones deben garantizar la protección de los trabajadores, promover la educación y la capacitación laboral, exigir la rendición de cuentas pública sobre el uso gubernamental de la IA y la supervisión humana en las decisiones laborales basadas en ella”.

Esencial el control humano sobre cualquier sistema de armas

En los aspectos de salud, educación, vida política y cívica, los obispos aseguran que la IA tiene el potencial de mejorar muchos aspectos de la vida y la sociedad. “Ha impulsado el desarrollo de nuevos medicamentos y tecnologías para mejorar la salud. Puede respaldar nuevas herramientas de aprendizaje y transformar nuestra forma de comunicarnos y participar en la sociedad”.

Sin embargo, añaden, su desarrollo ya ha planteado profundas cuestiones morales que afectan al desarrollo humano integral y a la auténtica formación de la persona humana. “Si no se regula con cuidado, tiene aún más posibilidades de polarizar la sociedad y agravar las desigualdades. Por ejemplo, los sistemas automatizados de toma de decisiones —utilizados en áreas como la selección de personal, la aprobación de préstamos, la atención médica, las prestaciones públicas y los trámites de la inmigración— pueden reforzar los sesgos existentes o introducir un enfoque utilitarista que carece de las consideraciones humanas necesarias, con consecuencias potencialmente devastadoras”.

Sobre la guerra y la IA, los obispos aseveraron que las políticas deben dejar claro que el control humano sobre cualquier sistema de armas es esencial para mitigar los horrores de la guerra y la vulneración de los derechos humanos fundamentales.

Fomento a una mayor eficiencia energética

En cuanto a la energía y medio ambiente, manifestaron que la IA puede aportar grandes beneficios en la búsqueda de soluciones a las crisis energéticas y ambientales actuales, pero también puede contribuir a graves problemas al requerir enormes gastos energéticos y un mayor consumo de recursos.

“Genera residuos electrónicos que contienen mercurio y plomo, perjudiciales para los niños, los no nacidos y la fauna silvestre. Les solicitamos que promuevan políticas que fomenten una mayor eficiencia energética en las búsquedas de IA y los centros de datos, y que promuevan el reciclaje responsable del agua y de sus componentes”, añadieron.

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